Me pongo nerviosa....

...y mira que no lo entiendo, que llegados a este punto no debería ponerme nerviosa, que son muchos años de experiencia y algún invierno sin catarla...pero aún así no puedo evitar ponerme nerviosa cuando veo las previsiones del tiempo: HA LLEGADO LA NIEVE!!
Y es que hay un olor especial en el aire y no es que haya estrenado colonia, no, es que las previsiones dan nieve! Y me pongo nerviosa, pero no os creaís que es porque no sé cuando voy a ir a esquiar, no. Lo mío es mucho peor, tengo que preparar las equipaciones de la nieve para mis churumbeles:
- Mi gordi, a punto de cumplir sus 2 añitos, pesa 15kgs y mide un montón...para que os hagaís una idea mide y pesa como su hermana cuando tenía 3 recién cumplidos. El pobre el año pasado no acabó de cogerle el gusto a la nieve, y es que encima que acababa de empezar a andar mami insistía en vestirle como michelín para que no pasara frío....y claro, pasaba lo que tenía que pasar: que rodaba!!
- Mi princesita Elena, que tras debutar el año pasado en el mundo del ski, que todo era perfecto, que estaba encantada con su profesor y sus clases....este año se me revoluciona y dice que solo quiere esquiar con mami, que es una gran profe-sional o profe-sora...
Así, que sí, me pongo nerviosa, pero sobre todo me pongo nerviosa porque estamos a lunes y seguro que hasta el viernes o el sábado no podemos verla en directo....ay, que semana más larga!!

La espera....

Me considero una persona con mucha paciencia. He sido capaz de esperar 40 semanas + 5 días a que naciera mi hijo Guzmán, soy capaz de estar en un atasco dentro del coche sin ponerme nerviosa, voy a la consulta del médico y espero mi turno durante más de una hora como si fuera normal.....
Pero este domingo NO PODÍA MÁS!!! Pongamosnos en situación: 9 de la mañana, en Behobia 7º, lloviendo a cántaros (eso es decir poco), calles convertidas en rios y sin apenas sitio para protegerse....allí más de 25000 corredores esperando, mejor diré desesperando, para correr los 20kms que nos separaban de San Sebastián. Y es que no lo entiendo.....y mira que me gusta correr, pero no entiendo que hacíamos allí, esperando (que encima nos tocó salir los últimos de los últimos, a las 11:35) todos con nuestras bolsas de basura o impermeables del chino muertos de frío, tiritando solo para poder correr....no tenía ni pies ni cabeza....
Hasta que sonó el pistoletazo de salida de los últimos (por fin nuestro turno!) y superado el primer kilómetro (que parecía que corriamos por dentro de un río de plásticos....) empiezo a notar mis pies (mojados desde las 9, entumecidos). Y sigo corriendo, pero más que nada porque a esas horas no había otra forma de ir a San Sebastián que andando....o corriendo para mojarse menos! Y los kilómetros van pasando, casi sin enterarnos, entre los gritos de ánimos del público: niños, padres, mayores todos allí, aguantando el chaparrón como que no se estuviera mejor en casa calentitos tomando un chocolate caliente (OLE, OLE Y OLE POR ESE PÚBLICO)
Y como si de un espejismo se tratara sale el sol, deja de llover y empiezo a disfrutar, cuesta arriba, cuesta abajo, entre más y más gritos de ánimo ("Marta, eres la ostia") ¡Cómo para no seguir corriendo! Y sí, lo disfruté, como si hubiera ganado....porque sí, una vez más, al llegar a casa y ver a mis niños no les mentí: "Papá y mamá han ganado. Mirar que medalla más chula"
Sin lugar a dudas, la espera mereció la pena

A qué se ve mi cara de felicidad???

P.D.: Para el próximo año volvemos, así que estaís más que a tiempo para entrenar y poder acompañarnos, si es que teneís paciencia para esperar....