...ay, ¡qué pena más grande da revolver al trabajo! Que sí, que sí, que no es que lo haya escrito mal, es que esto no de vuelta, sino de revuelta.... Trabajé durante 2 semanas y un día y volví a pasar por el quirófano, pero esta vez con una idea más clara de lo que me iban a hacer (hay que tener en cuenta que la primera vez no tenía ni idea de a lo que iba...): era el momento de empezar mi dieta con una pequeña ayuda, sacando la placa y todos los tornillos del pie. Y ¡vaya peso me he quitado de encima!
Pero ahora, ahora, ya no quedan más excusas para quedarme en casa cuidando a mi pequeñín, a mi gordi, que sin haber llegado a 6 meses ya pesa más de 8kgs! Aunque como tengo que seguir pensando en positivo diré: ¡qué bien se está en el trabajo sin pasar calor y sentada en mi silla!
Como dice mi abuela: ¡quién no se consuela es porque no quiere!
