martes, 19 de agosto de 2014

Cuando las cosas se ponen cuesta arriba

Este post no es alegre, aunque me gusta escribir cosas bonitas y que al leerlas la gente se entretenga, se ría y sea feliz....pero no siempre es así. Todo empezó hace mes y medio, que ya anuncié que las cosas iban a cambiar...y finalmente ya se confirma, que no hay vuelta atrás. Los que me conoceís de hace tiempo sabéis bien que trabajé en Madrid por casi 5 años, luego me ofrecieron venir a León a hacer lo mismo que hacía en mi tierra, en mi casa y no tuve dudas en aceptarlo. Aquí cambió mi situación laboral, para mejor, sin lugar a dudas. León me da todo lo que necesito....así que formé una familia. Y ahora, cuando tras años oir hablar de León y alta velocidad, se confirma que la obra la va a hacer mi empresa....todo se lía de mala manera. La decisión fue complicada, pero como bien me dijo una amiga: "es, nunca mejor dicho, un tren que no debes dejar escapar!" Así que me voy a Madrid a trabajar (si, ¿alguien puede explicarme porque una obra de León se tiene que hacer desde Madrid?) en principio durante un montón de meses y si, me voy sola...y en nada, a principios de septiembre. Espero poder contaros lo bien que me va, lo que me motiva mi trabajo, pero de momento solo puedo decir que no me apetece nada de nada....aunque como siempre, tengo que ser fuerte y pensar que todo se andará...¿vais a venir a verme? ¡Prometo invitar a todas las visitas!

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